( capítulo tercero )
El montaje del nacimiento comenzaba cuando salía el gordo de la Lotería, premio que nunca cayó en casa, aunque mi padre murió convencido de que algún año nos tocaría. Pensaba que para ello era menester comprar un número completo, con todas sus series. Nunca lo hizo al considerarlo gasto excesivo. Por eso no le cayó el premio gordo. Por no asumir el riesgo de tan elevada inversión. Así aprendí que no hay beneficio sin riesgo. Es la base de la economía capitalista. Para bien o para mal, que yo no termino de ver las dulces perfecciones del mercado regido por la codicia en estado puro.
Instalar el tablero de madera sobre el armazón de caballetes que lo sostenía, ir a la Plaza Mayor a comprar musgo fresco y a reponer alguna figurita descabezada, coja o manca, era rutina bien bella, bonita y barata. Los muñequitos eran de barro y sus extremidades estaban aseguradas con unos alambritos que hacían de tibias y peronés, si de piernas se trataba, o de húmero, cúbito y radio, si de brazos hablamos. Ahora las efigies son más feas que Picio, de plástico las baratas y de porcelana de Lladró las caras, que no sé qué cosa es peor.Miga tenía pegar estrellas doradas en el papel azul de forrar libros que remedaba la cúpula celeste, mientras los mayores se empeñaban en que los más renacuajos no metiéramos mano en el tubo de pegamento (ya saben, “para remedio, pegamento Imedio”), bajo la especie calumniosa de que poníamos todo pringando, como si ellos fueran espíritus puros. En la radio Inter, que tenía ojo mágico y todo, y que estaba plantificada en lo más alto del cuarto de estar, Rafael Medina cantaba “En los jardines de Granada” y Carmen Miranda el “Tico Tico”. ¡Ahí es nada!
Saludos!
ResponderEliminarManuel en mi casa tampoco toco nunca el gordo de Navidad.... pero el Belén se montaba todos los años encima de una mesa, o en un lateral de la chimenea, y el árbol de navidad también, y luego aparecían las figuras cambiadas de sitio pues mis hermanos pequeños jugaban con ellas jajaja.
ResponderEliminarUn abrazo de MA para ti amigo.
Y dibujas con delicadeza la eternidad que trasciende incluso, más allá de tu máquina del tiempo... la esencia de tan oriental noche persiste en el recuerdo de la convivencia, del afecto y del esfuerzo por trazarla pura. Sobra escribir que me he deleitado!!!
ResponderEliminarUn beso inmenso.
MARI ÁNGELES, TE DEBO VARIAS COSAS, QUE ESTÁN SOBRE MI CONCIENCIA...APENAS SI LO EXTERIOR ME DEJA ESTAR EN LO AZUL...¡AGRADECIDOS ABRAZOS!
ResponderEliminarETARIN...¡SIEMPRE ME ATURDE TU CAPACIDAD DE PENETRACIÓN EN MIS RELATOS, QUE PASAN DE MI CALETRE AL PAPEL SIN UNA ELABORACIÓN PRECONCEBIDA! MI BESO ES INFINITO Y PURO ELEMENTO...
ResponderEliminarTico-Tico
ResponderEliminarO Tico-Tico tá
Tá outra vez aqui
O Tico-Tico tá comendo meu fubá
O Tico-Tico tem, tem que se alimentar
Que vá comer umas minhocas no pomar
Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄ƷƸ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ Ƹ
Mucho peor las de Lladró, las otras, aunque feas, tenían un halo mágico, como si estuvieran a punto de ponerse a hablar. Sobre mi escritorio tengo el rey mago Baltasar de mi infancia: sin nariz, sobre el caballo medio descabezado y la escayola al aire. Viejo y digno.
ResponderEliminarCrecí con el Tico-Tico que mi padre tocaba con su trompeta y en aquellos años si que creía en el " espíritu navideño" , mi querido amigo Manuel....sigo esperando la noche más oriental.
ResponderEliminarUn abrazo
Maite
¡AMALTEA! ¡QUÉ DE ALEGRÍA! ESTOY DE ACUERDO CON TU RANKING DE FEALDAD...LAS DE BARRO ERAN DELICIOSAMENTE NAÏFS...YO GUARDO ALGUNA HUCHA DE LAS DE "PORCELANA", DE CUANDO EL DOMUND...
ResponderEliminarHOY SERÍAN INCORRECTAS...¡BIENVUELTA A TU CASA!
¡MAITECHU, GRACIAS! ¡YA ME HUBIERA GUSTADO QUE MI PADRE TOCARA ALGÚN INSTRUMENTO! VEREMOS CUÁN LARGO ES MI RECUERDO...ESCRIBIRÉ PARA TÍ Y TUS AÑORANZAS...
ResponderEliminar¡MILLONES DE GRACIAS, MI QUERIDA PATRICIA!...
ResponderEliminarENAMORADO DE MI MEMORIA...¡EL TICO-TICO!...IRÉ A TU BLOG...
Qué tristeza causaba ver los esqueletos de alambre de las figuritas consagradas... Eran los Frankestein de Imedio de todas las Navidades.
ResponderEliminarEntrañable.
Un besito.
¡LOADO SEA EL SEÑOR, CON SUS ÁNGELES Y SUS SANTOS! CASI DEJO EL RECADO DE ESCRIBIR, A CAUSA DE TU SILENCIO...¡GRACIAS MARISA!
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