sábado, 13 de febrero de 2010

UN ARMA EN SU MANO XX

(...es continuación)

Un caso de mala suerte. Era evidente. A una chica de alquiler se le había cruzado una raya en su camino. Y sanseacabó. Igual tenía débil el corazón, de tanto usarlo. ¿Qué se ganaba empapelando al italiano? Mejor echar tierra sobre el asunto. La edad enseñaría a Cristóforo a no mezclar las churras con las merinas.

La pasma suele liar sus investigaciones porque no prestan atención a lo más esclarecedor. Hay que saber quién paga a quién, puesto que a todo el mundo le gusta el parné. Ese es el hilo a seguir. Los tolilis que presumen de aristócratas son un atajo de hipócritas y snobs por despreciar a los que curramos por pasta.
Tengo yo un colega que es stooper y a sus cuarenta abriles tiene más chepa que el francés ese de la película de nosequé iglesia. El hombre se gana los cuartos hurgando entre los tickets de las apuestas de caballos que los apostantes tiran al suelo sin guipar bien el resultado. Es un trabajo honrado que no perjudica a nosotros los de abajo.

A la bofia no se le canta la gallina. Nunca jamás. Primero y principal porque los contribuyentes les pagamos para que averigüen a quién se le cuelga el mochuelo. Y después porque los polis son muy mal pensados. Yo no conozco más que las cuatro letras, pero mi moral es rotundamente intachable. Como todo es relativo, me pongo siempre de parte de quien paga mis honorarios, que no pasan nunca de veinte machacantes por jornada de trabajo.

Total, que me demoré un par de horitas en llamar a la poli y les conté una versión de los hechos estilo Disneyworld. Y que conste que a la suite del Waldorf Astoria apenas si la maquillé una miaja de nada.
El italiano, alias Good Times Cristo, era hombre de Mono. Me debía una, y había llegado la hora de que me la devolviera con sus interes y toda la pesca.
Me venía bien que me contara lo del affaire del tráfico de armas para la contra que opera por la parte esa que queda más abajo de México, allá por las tierras de la United Fruit Company. Financiado todo con dineros públicos aprobados por el Congreso en una comisión que presidió un compadre de Mono.

(continuará...)

1 comentario:

Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!