( La ilustración es de F. Vicente)
Y el texto, de Maite San Miguel, colega de letras.
No dejaba de cavilar, con las pocas neuronas que el orfidal no había dañado, el modo y manera de escapar de tan aseptizado habitáculo. Bien endomingado con mi traje de mil rayas y ensombrerado en mi borsalino a lo Delon, rumiaba mi encéfalo por ver si de una vez por todas la pelirroja desamarraba mi desazón.
Sentí unos pasos como de carga cerca de la puerta de mi chirona. Sólo de pensar en la presencia del elemento del batín ,con pinta de doctor bacterio, mi sistema hormonal, algo tocado, se ponía fuera de Dios.
¡Sorpresa!. Mi hada madrina apareció adornada con todos sus bártulos y artilugios de limpieza y con un " hola mi amol ", tan musical como familiar, hizo " tilt " en el busilis del resto de mi mollera.
Necesitaba desobstruir mis viejas armas de dandy.
( continuará...)
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