jueves, 13 de octubre de 2011

Tiempo de crisantemos (capítulo cuarto)


( foto Saul Leiter )

Ôsip levantó su mirada de la impoluta copa de cristal para martinis y preguntó con su acento de ruso blanco y mirada turbia:

-¿Apuestas amañadas, zorras de alto standing o licencias municipales?

Mi barman de cámara es todo un clásico. Me tocaba especificar un poco mi propuesta de negocio:

-No. Tales asuntos dan pasta a largo plazo. Mi oferta es para un trabajillo rápido y bien remunerado. En una semana tendrás más liquidez que el tío Gilito. Te jubilarás si te peta y harás que te sirvan las copas a ti ¡que ya va siendo hora!

Ôsip no chocó sus cinco conmigo. Tenía que hacerme otra observación bastarda:

-Me muero por conocer a la mujer que le ha dejado tan jodidamente hecho cisco. 

( ilustración George Grosz )

Me revuelve las tripas explicar lo que no se debe contar. Es como soltar un nombre que uno no debe pronunciar. Es como empeñarse en asir la transparencia del aire:

-Estás hoy especialmente espeso. Te daré un revólver de verdad, con balas de verdad, para que despaches de un solo tiro de verdad a una mujer de verdad.

Una vuelta de paño más y la copa se esfumaría entre el humo del local. Ôsip quería más datos y yo no podía escupir ni medio más. Susurré:

-Como se te ocurra mirarla a los ojos mientras la liquidas te meto un paraguas por el culo y luego lo abro. Te limitas a matarla y punto.

Me encontraba abatido, cansado y viejo. Sí, empezaba a sentirme viejo. Uno no pretende ya ser la hostia de feliz, me basta con estar tranquilo. Hace años yo creía que el cielo era azul, que el agua mojaba, que el fuego quemaba, y que las mujeres tenían secretos. Hoy sólo me trago lo último. ¡Qué razón tenía el rejodido de Michael Corleone cuando dijo aquello de que, "si algo nos ha enseñado la historia es que se puede matar a cualquiera"!

Camino de mi cuchitril mi única esperanza contra el viento gélido de aquella puta noche sin firmamento era pensar en mi bolsa de agua caliente. Al fin y a la postre da igual vivir mucho o poco tiempo. ¡Siempre vivirá más una estúpida tortuga!

8 comentarios:

  1. Vamos amigo,continúa..que quiero entender éste cambio radical de un incipiente western.a.....
    besos Manolito..arriba los corazones...que todos somos huérfanos de algo...
    luzzz!!!!..alez alez..que estoy en el tercer subsuelo...

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  2. Buena serie amigo, me ha hecho gracia la frase de estar especialmente espeso.
    Un abrazo

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  3. En tiempo de Crisantemos todo lo solucionan a tiros y a vivir la vida que son dos días.

    Besos de luz para ti amigo.

    MA.

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  4. Bárbara, nardo y jazmín...¡Je n'ai pas oublié!

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  5. ¡Gracias Mari-Pi-R! Hoy me siento más ligero y te abrazo.

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  6. MA, querida...¡eres inoubliable! y genial...Abrazos

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  7. Vim conhecer seus Blogs... Muito bons...


    Beijo

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  8. ¡Muchas gracias y bienvenida, estimada Jacque!

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Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!