lunes, 4 de octubre de 2010

¡AL SOL DE LA BELLEZA! ¡LA PRIMAVERA! X


( Capítulo X )

( foto Christian Coigny )


Lo de Catherine fueron dos años de “amour fou”, que me curtieron cuerpo y alma. No soy capaz de desvelar aquí el modo, la manera y el por qué se extinguió aquel volcán. Lo tengo escrito en relato que guardo bajo siete llaves en el alma, dentro de mi almario.

Mujer pasión, Catherine, era más vulnerable de lo que ella y yo creíamos. Su sensualidad mediterránea estaba a medio camino entre Argelia y Alicante, con parada y fonda en las Antillas francesas. Venía de reponerse de otra historia de amor que no me contó, con buen criterio. Lo supe mucho después, por boca de otra persona. Y tuve celos retroactivos.

Jugamos a ser eso que hoy se llama pareja estable y fuimos enormemente felices y desgraciados. Catherine no consiguió extirpar mi parte frívola y malamente burguesa pero... hizo lo que pudo.

Catherine encarnaba la dignidad y la decencia. En medio de un Madrid cutre y garbancero, con olor a berza y a churros mal fritos, constituía la más codiciada presa para el nutrido club de los petimetres señoritos cazadores de gacelas de importación. Ella se mantuvo íntegra, en medio de tanto depredador de vía estrecha que campaba a sus anchas por la terrible estepa castellana. Con cuatro perras en el bolsillo, o sin ellas, a vueltas con el pago del alquiler y lo demás, y mal comiendo en restaurantes llamados económicos, con riesgo de contraer salmonelosis en la mesa o ladillas en el baño. Trabajando con jefes rijosos, mal pagada, sin contratos ni seguridad social, siempre bella, siempre elegante de espíritu y de maneras, Madrid perdió un gran fichaje el día en que, doctorado bajo el brazo, regresó a su tierra democrática y civilizada. A la dulce Francia. Dejó un buen estudio sobre la obra dramática de Lope de Rueda.

Gracias a los dioses, a principios de los años ochenta pude, cara a cara que no cuerpo a cuerpo, explicarle a Catherine lo hasta entonces inexplicado y arreglar el ayer. Eso es lo que trae el otoño. Buscas paz, serenidad y saldar cuentas contigo mismo, con tu pasado y con los seres que te han hecho tal y como eres. Iluminarte e iluminar, si puedes lo primero y te dejan lo segundo.

9 comentarios:

  1. Saldar cuentas contigo mismo, ummm!, eso suena a otoño entrando a invierno, cuando ya prendemos chimeneas y con vino especiado entre las manos calentamos el alma y se cuentan batallitas de lo que la vida nos ha dejado.
    Yo te hacía más pasional y menos sereno.
    Más besos

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  2. Así será, si así os parece, mi querida 40añera. Guardo un secreto escondido...

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  3. Nuestros otoños ya son serenos aunque de vez en cuando nos colguemos la vida en bandolera.
    Descubrirte en una confesión emocional no me sorprende; en tu corazoncito hay un fondo de armario lleno de buenas bases.
    Un beso desde mi otoño ilusionado, al tuyo escondido tras mil cortinas de humo.

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  4. Manuel en este capitulo, te abriste en plena democracia de los años 80, cara a cara a la bella catherine de nuevo, gracias a volver a encontrarla , saldando cuentas , pudiste arreglar el ayer, para pasar el invierno calentito al fuego ,al lado de tu musa de nuevo, pues ella te dejo huella en tu alma y corazón al sol de la belleza de ella.


    Un abrazo de MA para ti amigo, desde Granada la bella.

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  5. ..abres el alma..dejas escapar sentimientos..que de ser pasionales pasan a serenarse en un instante ..reposo..de ese "almario" que recuerda con "gratitud"cierta y buena etapa...nuevamente con ella..qué tenia ella..que no haya tenido otra..?dignidad,integridad,decencia.,pero como lo pasional que era..sobreviene la letania del otoño..y lo leo todo en reales y sugerentes metáforas..que continuan embriagando el aire de "ella" Catherine"...
    continuara!!
    jaja...
    beso!
    grax por pasar por mi sitio...y un placer siempre leerte!

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  6. ¡Gracias, querida María! Mi portátil está como su amo: otoño-melancólico...Beso

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  7. Querido Manuel como ya sabes que soy más antigua que la escopeta de chispa vengo a tu espacio a recriminarte que con tantas féminas extraordinarias no quisieras sentar cabeza.
    Yo creo que a tu nostalgia no le va nada bien volver la cabeza y no es porque vayas a convertirte en estatua de sal es que sólo se mira hacia atrás cuando... ¿flaquea el presente?.
    ¡Ah! cuidado cómo describes Madrid que nos arruinas el turismo.
    Un abrazo Manuel y aunque te confieses frívolo, sabemos que eres todo un señor.

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  8. Mi muy querida Loli:
    Todo lo que me ha ocurrido, todas las mujeres que me han influído, me afecta y está presente en mi presente, que lo vivo a tope...¡Eres una persona muy cercana a mí!

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  9. el otoño en lopartícular me seduce en demasía
    excelente relato
    felicitaciones!!

    muchas gracias por tu huella en mi espacio
    ojalá siempre vuelvas y dejes más en el cajón de los cometarios a los textos
    de volada no me fije bien que eras tú jajaj

    un beso y un abrazo

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Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!