( foto del álbum familiar )
De los sueños que hice en la amanecida de esta duermevela, dos eran con él.
Buscaba a mi padre por la casa de Madrid, por el rincón de la sala en que pasaba cada penumbra de las tardes de verano, empotrado en su sillón de orejas color cuero hojiverdoso y no. No estaba mi padre.
Sueños después volví a por el padre. Nada, que no hay padre. Tan solo su foto de joven. Y este señor, ese “pollo pera” que aún no era padre de nadie, ¿qué tal padre mío sería/ fue después?
Me imagino que el que pudo, para eso no hay manual amigo.
ResponderEliminarBesos domingueros
Precioso. Esos sueños de duerme-vela, los hemos tenido todos cuando la orfandad temprana nos acompañó.
ResponderEliminarLo del pollo-pera...¡Cuánto tiempo sin oírlo!
Un abrazo, Carmen Sabater
Lo haría lo mejor que supo, seguro, como supongo que tratamos de hacer todos.
ResponderEliminarCoincido con mi paisana en lo del "Pollo-pera", jaja, ha sido un recuerdo agradable.
Besos
Hola amigo Manuel , reencontrándote en sueños con los fantasmas del pasado, entre luces y sombras, en tu duermevela otra vez a tu mente llegan recuerdos borrosos.
ResponderEliminarSolo tú lo sabes bien , si después de ser pollo pera tu padre,fue o no fue buen padre para ti en tu vida ,solo tu lo sabes,rasca en tus vivencias del pasado...y lo veras con claridad.
Un abrazo fraternal de MA para ti, desde Algeciras.
A los pollos pera de por aquel entonces...¿se le podrías encuadrar en lo que hoy son los metroxesuales?
ResponderEliminarSeguro que sería un buen padre, cuando aún permanece en esa foto y por demás mostrada.
En mi duermevela, cojo sitio y me pongo en posición fetal. Muevo mi cuerpo como creo que lo haría si saliese del vientre materno, aunque posiblemente la realidad sea muy distinta debido a lo limitado del espacio. Puede parecer increíble pero colocarme boca arriba, mientras veo mis brazos y mis piernas aparecer y desaparecer ante mis ojos como objetos extraños, despierta en mí una sensación un tanto confusa, como si hubiesen recuerdos que vienen y van o, mejor dicho, como si esa memoria perdida en la infancia volviese a casa y dudase si llamar o no a la puerta. Esta sensación se repite mientras gateo, como si al cambiar la perspectiva no lo hiciese sólo la perspectiva perceptiva sino también la mental. Corro, salto, juego, me encuentro con otros niños, pero en cierto modo también me encuentro con el niño que fui y con esos padres que me acunaban en sus brazos, llenando de besos y pedorretas mi cara...mi padre no era lechugino, ni metroexual, tan sólo un obrero que luchaba por sacar su familia adelante con todos los impedimentos de aquella época...mirate en el espejo, seguro que algo de tu padre ves en tí...un saludo amigo.
¡Gracias Fibo! Una pequeña sugerencia: ¿por qué no subes a tu blog la parte de tu comentario que describe tu duermevela? Pienso que merece la pena.
ResponderEliminar¡Metrosexual! Con nueve hijos y tres empleos, no creo que usara cremas y potingues, que apenas si existían en la postguerra...
Salud.
Queridas amigas 40añera, Perlita, María y MA: os agradezco mucho vuestros comentarios e interpretaciones, que me ayudan siempre. Mi gratitud la expreso en junto, pues ando cuidando de un familiar de sangre, muy querido y muy quebrantado de salud...¡No puedo daros más gracias y besos, que estoy de turno!
ResponderEliminarNo me contestes, que yo también ando por esos mundos buscando wifi y tú, salud para el familiar. Te digo que esa duermevela en la que se hilan sueños de otros días y personajes que aparecieron en otro sueño, es algo misterioso que me arrebta cuando ocurre.
ResponderEliminarAmaltea, llega el verano y sigo sin él...
ResponderEliminarMe queda un nosequé triste, después de leerte, Manuel.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bellas palabras que siento encierran algo de tristeza...y seguro que habrá tratado de ser lo mejor que pudo; eso es lo que esperamos todos como padres ¿no?.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Que bueno que salgan los padres en el sueño.
ResponderEliminarMuy elegante tu papá.
Besos Manuel
¡Hola!
ResponderEliminarDe todas formas, Padre fue.
Salud.
J.M. Ojeda.
Pues seguro que fué un buen padre!! yo gracias a dios el mio lo tengo todavia a mi ladito,pero seguro que con el paso del tiempo tambien tendré duermevelas con él..es ahora y le recuerdo enseñandome a nadar...mi padre de joven si era "Metrosexual" jajaja usaba brillantina e iba elegantisimo..guardo sus fotos como oro en paño....Abrazos Manuel.
ResponderEliminarLos sueños, como la vida, nos juegan malas pasadas; aparecen como un caleidoscopio en blancos, negros y sepias y suelen dejarnos vacíos donde querríamos recuperar presencias.
ResponderEliminarYo nunca conseguí llenarlos, sólo los recuerdos me sirven de almohadas sutiles en algunas noches de insomnio.
Un beso nostálgico.
Hola Manuel. Me paseo entre tus palabra y tus capturas... No te va a quedar más remedio que verme a menudo ;0) Un saludo desde el desierto.
ResponderEliminarHoy me he quedado zarandeada aquí, fíjate, aquí..
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