miércoles, 4 de enero de 2012

Mi huerta (capítulo octavo y final)


( foto de Masao Yamamoto)

Aquel verano murió y volvió el barullo de la vida, esa gran parodia de la realidad. Se acabó mi estado de letargia y mi vocación de ermitaño a tiempo parcial. Si alguien de la familia advirtió indicios o sospechas de actividades paranormales, tuvo la delicadeza de callar, probablemente porque fingir ignorancia es menos fatigoso que indagar verdades inanes.

Empecé a ganarme la vida como leguleyo cagatintas, con gente poco divertida. Yo bien hubiera preferido regentar un casino o un burdel, inclinaciones ambas que cumplí años más tarde. He procurado que mi existencia no sea tan solo un episodio de la nada. La vida no obliga a nadie a ser una mierda. A evitarlo me ayuda la circunstancia de que mi época, mis diferentes épocas, y yo no concordamos. Nunca.

Cuando junté unos dineros, compré un buen tramo de tierra de sembradura, adecuada para que mi arbusto de gran árbol de Bo pudiera crecer lo que quisiera. Hoy mide más de muchos metros de alto y de ancho y he logrado que mi árbol sagrado tenga la forma corporal del viento.

FIN

5 comentarios:

  1. La forma corporal del viento....que bueno eso...
    Manolito amigo mio..tarde pero seguro..en lugar de llegar para Navidad o para comenzar el año,te dejo mi beso cariñoso de reyes!!!! y 2012 abrazos para que te acompañen durante estos nuevos 360 y picos de día..,uff cierto que también es bisiesto!!

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  2. Dicen que plantando un árbol, escribiendo un libro y teniendo un hijo ya se es completo....
    Mi madre aplicaría la última frase a la educación y diría: " es muy grande y ya es tarde, o lo partes o a ver quién lo endereza".
    Espero amigo terrateniente que me invites a platicar en tu finca rústica, bajo ese árbol de sombra......que tenemos que hablar de muchas cosas, compañero del alma, compañero...

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  3. Nunca he regentado un burdel pero desde bien niña conocía su sistemática, será por eso que preferí una vida puritana y convencional para educar a mi prole. Bs.

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  4. Beato, también, aquel que no permite que le cerquen el sembrado... Besos.

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  5. Un árbol sagrado que ha medrado, felicidades.
    En cuanto a regentar un casino y un burdel, espero que haya sido lo primero antes que lo segundo, porque puestos a explotar las debilidades ajenas y lucrarse con ellas, es preferible no abusar de los estados de necesidad de las mujeres para pagarse la copa y el puro.

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Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!