Misterio doloroso
Drafno Spurnio recibió el impacto en pleno rostro. El rayo del que estaba provista la cámara del policía le acertó junto a una verruga que empezó a exagerar su topografía por la inflamación. Al momento sus dedos se contrajeron y surgió de ellos algo felino, a manera de uñas de pantera negra después de asestado un letal zarpazazo. Cuando la sangre llegó al anillo, una erupción salpicó a los asistentes.
Misterio gozoso
A Carlitos, que se conocía el percal, le sobraron dos segundos para encogerse. Discretamente se situó en un plano mucho menos comprometido; -nunca se sabe con la poli- pensó. De forma que se ató la caperuza roja como en el cuento, bien ceñida, y escondiendo sigilosamente el oro, se diluyó en un retrato que, casualidad, se encontraba vacío. Ya se sabe, que alguno ha sido boy- scout antes que fraile.
Misterio glorioso
( Este relato es obra de mi hermano Hac Marín y las ilustraciones son de los periódicos )
Originalísimo, mis felicitaciones a tu hermano.
ResponderEliminarBesos
¡Gracias, en nombre de HAC, cuya escritura siempre me sorprende!
ResponderEliminarTu hermano Hac le ha destinado un final glorioso, no todo el mundo puede pasar a la posteridad en un museo de cera, asustando a las buenas gentes que gastan su dinero en la contemplación de tales engendros.
ResponderEliminarEstoy tranquilo. Mi hermano pequeño es un ser lúcido. Yo soy mayor y le sigo, si puedo. ¡Gracias!
ResponderEliminarMERCE PÉREZ JORGE escribe:
ResponderEliminarBravo...!!!
Me parece buenísimo.
Un abrazo Mª y mis felicitaciones a tu hermano.
¡Gracias, amiga Merce! Hoy leo que la Conferencia Episcopal ha reelegido a Rouco por nosécuántos añitos más ¡Con su pan se lo coman!
ResponderEliminarDe casta le viene al galgo, pues... Un beso y enhorabuena a la familia.
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