domingo, 8 de noviembre de 2015

Granada: mi niñez con mi memoria V


(el autor en Helsinki)

( capítulo quinto )

Imité su quietud. Si dejas que tu sangre baje a 35º, ya no tienes por qué moverte ni pensar ni desear. Las ondas del agua reverberaban en la bóveda negra que sirve de cielo a las tortuguitas de pozas y aljibes. A la noche segunda la luna en lleno de septiembre estalló en la caverna de agua. Entraba por el brocal del pozo y se rompía en mil luminiscencias espectroscópicas. Me sentí aupado hasta las estrellas a pesar de estar tieso como un ajo.

Los beneméritos Quintero, León y Quiroga calcaron mis lunáticos sentimientos de aquella noche en su copla, gloria bendita y de gran nombradía, “Ay pena, penita, pena”:

“Si en el firmamento poder yo tuviera,
esta noche negra lo mismo que un pozo,
con un cuchillito de luna lunera...”

No vi peleas ni injurias. Nadie se querellaba contra sus semejantes. Las larvas eran engullidas, pero siempre dejaban algunas para ser fruto adulto. Aunque éste fuera un cabrón de zancudo que alargaba la vigilia de la larga noche de un niño ya de por sí en vela. De zagal sabía que nunca un mayor ayuda a conocer lo que importa. Enseñan lo accesorio. Obligan a practicar lo secundario. De lo principal se encargan las añas, el amigo que fuma y cambia revistas de señoritas en cueros y, más tarde, las mujeres del arte horizontal.


( óleo de George Owen Wynne Apperley, Ventnor, Isla de Wight, Inglaterra, 1884 – Tanger, 1960 )

7 comentarios:

  1. muchisimas gracias por deleitarnos con la belleza de fotografia fusionado con tan bello relato, un besin muy grande de esta asturiana.

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  2. Muy cierto, Manuel, los niños aprenden lo esencial de la gente que pasa por ahí.
    Me encantan la imagen que acompaña tu texto.
    Saludos

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  3. Gracias, amiga Amaltea. Hoy en día no se ve a los críos jugar en la calle después del cole. ¡No sé, no sé! Apperley pasó temporadas en Granada. Te saludo con afecto.

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  4. Hola Manuel al leer en este momento en el silencio de la noche con tranquilidad.

    Granada:Mi niñez con mi memoria , me has trasportado con tus letras al mismisimo lugar donde relatas tus historia con tus magnificas, ricas y buenas vivencias. Volviendo yo en mi mente a ser niña otra vez en mi infancia descubriendo, viendo el mundo con los ojos y la mirada de apreciar la naturaleza y la vida siendo la mejor escuela.
    Que recuerdos más hermosos de una época de nuestra vida vivida.

    Abrazos de MA para ti desde Granada la bella, con este óleo tan bonito de nuestra ciudad querida.

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  5. Queridas amigas Ozna-Ozna y MA, vengo de pasar por vuestros bellos blogs...¡Gracias!

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  6. Esa es la magia de la infancia la que muchas veces relevaos a oscuros rincones cuando nos convertimos en adultos, pero me relaja saber que está ahí y que si la buscamos la encontramos como tu lo has hecho en este hermosos relato
    Un beso

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  7. Ir descubriendo los recuerdos de tu infancia es recuperar para mí, pequeños destellos de la niñez.
    Gracias Manuel, por traérmelos.
    Besos mil.

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Pienso que l@s comentarist@s preferirán que corresponda a su gentileza dejando yo, a mi vez, huella escrita en sus blogs, antes bien que contestar en mi propio cuaderno. ¡A mandar!