lunes, 26 de abril de 2010

EN EL ALEJAMIENTO DEL AMOR



Mañana de abril.
En el alejamiento del amor,
las rosas se asolanan a su pesar.
El hombre recuerda que un poeta miró
por su ventana y vió el mar...
y a una niña que iba en bicicleta.

jueves, 22 de abril de 2010

MIRADAS PLATEADAS


Muchachos: ¡no me miréis como
si no llevara ropa interior!
¿Acaso tenéis ilusiones plateadas? 

sábado, 17 de abril de 2010

EL HOMBRE QUE ESPERA






Aprendo a usar un telefonillo portátil. Les dicen “móviles” o "celulares". Si llamo a una mujer de las nuevas siempre se acaba su batería a poco de empezar a hablar.

Las chicas me dicen:

- Te llamo luego, cuando llegue a casa.

Deben dormir en el parque porque el móvil no suena luego. ¿Cuándo es luego?

Una hora. Pasa una hora de la acostumbrada para la cena.

- Ahora no puedo hablar. Voy conduciendo, no tengo manos libres ni apenas cobertura y la batería se está muriendo.

Pido un vino y apunto en mi cuadernito. Sumo. En los últimos tiempos, desde que desperté en la clínica, he invertido en esperar el advenimiento de ellas quinientas veinticinco horas con cuarenta minutos. Toda una vida.

- ¿Quedamos ya para mañana?

- Mejor te llamo luego. Cuando llegue a casa.

Nada.

Al día siguiente manda un mensajito de letras:

- Lo siento. Estaba cansada y me dormí viendo la tele.


Natural.

- Quedaste en llamarme.
- No pude. A mi prima le dio un cólico nefrítico. La llevé a urgencias en Alcalá.

- Voy en un taxi. La calle está cortada y hay un tapón enorme. No me esperes. Te llamo luego.

He pasado de ser el hombre que duerme, a ser el hombre que espera.

- No me esperes que tengo que sacar al perro.

- Ya. Claro. Lo que pasa es que ya he esperado una horita. ¿Me la devuelves? insinúo.

- Ahora no puedo. Te llamo luego. No tengo saldo. Me dice.

- ¿Por qué no me llamaste ayer? me dice

- Quedaste en llamar tú, contesto.

- ¿Y eso que tiene que ver?, replica.

- No quería agobiarte, susurro.

- Corazón, contigo nunca se sabe. ¡Eres más rarito!, termina.

- A ti te pasa algo… ¿Tienes novia? acusa

- Ya sabes que no.

- Hay algo que no te gusta de mí.

- No es eso. Me gusta todo de ti menos tú cuando te pones imposible.

- ¡Anoche me colgaste!, me dice ella.

- No quería discutir. Nos hubiéramos dicho cosas irreparables, le digo yo.

- Pues dímelas ahora, añade.

- Cuando me veas triste y malhumorado, todo lo que tienes que hacer es quitarte la ropa. Tu desnudez me hace vulnerable, contesto.

Aburrido y solitario repaso los mensajes que he recibido hoy:

- Sí, pero más tarde. No tengo batería…

- ¿Ya se te pasó el cabreo?

- Anoche te encontré muy raro. Espero equivocarme.

- ¡Hola! Ayer me lié y después me fui a la camita. Besitos muchos.

- Hazme una perdida, que estoy en el trabajo.

- Salí del fisio y te hice una perdida. Cené y me dormí.

- Toc… toc… ¿Me llamas luego?

- En ké stás pensando en ste instante?

- Gracias por todo. Igualmente.

- Cuando kieras.

- Hola! Ya te has olvidado de mí…? Besos.

- ¿Duermes?

- ¿Te veo mañana?

- Pienso en ti y…

- ¡He soñado contigo!

- Mañana te veré.

Pero nunca llega ese mañana.

- ¿A qué hora vendrás?

- A la que tú quieras, contesta.

- Quiero ahora.

miércoles, 14 de abril de 2010

UN ARMA EN SU MANO XXXII


                                                                      (...es continuación)
                                                           Cortesía de SMITH & WESSON

Fué en un speakeasy, uno de los muchos que Mono instaló durante la prohibición, creo que era en la calle 30, uno de los más "à la dernière", ¿recuerdas?
     
Lo de hablar en susurros era solo una ironía. Allí se iba a pecar sabiendo que la absolución estaba incluida en el precio del trago. Apenas si se dejaba caer por allí algún federal cuando necesitaba un aumento en su coima. Por lo demás, el “gin tonic de la bañera” seguía siendo la bebida estrella, e igual te topabas con el hijo del gobernador que con el fiscal del distrito.

¿Cuántos malditos años hace de todo eso? Esta mañana el espejo lleno de vaho no acabó de despertarme, la niebla en mi cara, seguía perteneciendo al confuso territorio de los sueños, y sin embargo…

Hace mucho tiempo que a esta casa no la puedo llamar así, solo es una perra oficina con alma de neón, un barco varado en mitad de la noche del Downtown, que acoge las manías de alguien acostumbrado a no aguantar más que a sí mismo. ¡Qué remedio!

Miro por la ventana... un ferry se aleja hacia Jersey. Una pringosa melancolía me acompaña. Me preparo un vodka tal como a ti te gustan. En vaso bajo, con lima exprimida, agua mineral con gas, y mucho hielo.

Mientras me pinto los labios me explico a mí misma los sueños para ayer y los deseos para nunca jamás. ¡Qué fracaso tan constante!.

“Has estado a punto de curar a una romántica incurable”, -me digo-.
Pero no duele, ya no.
“No comprendo nada”, -me oigo decir con voz de vieja solitaria-, “nunca sabemos por qué amamos ni por qué dejamos de amar.”

Escuché el timbre y recorrí el pasillo con el arma en la mano.

Me acometió la certeza de que no recordaría la fecha ni la hora en que te iba a freír a tiros.

sábado, 10 de abril de 2010

CARTIER-BRESSON



"Fotografiar... es poner sobre la misma línea de mira la cabeza, el ojo y el corazón. Es una manera de vivir". Henri Cartier-Bresson

jueves, 8 de abril de 2010

UN ARMA EN SU MANO XXXI


                                                             
                                                                      (...es continuación)
                                                           Cortesía de Mme De Stael

Me cansé, Mono, pura y simplemente, me cansé de andar siempre con mano escasa. No soportaba lavar más grasa de cabezas tiñosas en aquella peluquería de mierda del West Side, de limar las uñas a tanto marica disfrazados de macarrillas de bolera, de sonreír y contonearme por cada dólar de propina metido en el bolsillo del uniforme mientras me pellizcaban el culo, sin puta gracia alguna.
Así que decidí aceptar la invitación de O´Neill para pasar un fin de semana en los Hamptons, dado que su dulce mujercita llevaría a sus monstruos cuellicortos a visitar a los abuelitos.

Sé que no soy nada original, ni zorras ganas que una tiene de serlo. No me ando preguntando por qué el mundo es una mierda, solo quería que dejara de ser una mierda para mí o que hubiera mierda para todos.

Pero, ¿sabes?, no me sentí humillada ni horripilada cuando le ví acercarse sudoriento en Central Station, con aquella rijosa sonrisa gelatinosa que dejaba ver un diente de oro al lado del colmillo izquierdo. El muy hijo de mala madre tendría poder, dinero, y un precioso abrigo de vicuña, pero yo era una guapa pelirroja un poco perdida, como solamente puedes estarlo con veinte años, sin familia ni un puto pavo en el bolsillo.  

Mi madre me decía que las mujeres nacemos para tocar una melodía, y que, con suerte, algunas logran cambiar la letra. “Está bien mamá”-pensé cuando subía al tren en first class- “ha llegado el momento de cambiar la letra. ¿No dicen que hay corrupción? ¡envido mi resto!”

lunes, 5 de abril de 2010

ORO CON PIOJOS


Quevedo: "Piojos cría el cabello más dorado"


Un volumen rescata parte de la poesía satírica, erótica, política y moral inédita del poeta del Siglo de Oro .
Lo descubrió sin proponérselo la filóloga María Hernández que viajó a la localidad portuguesa de Évora para consultar la biblioteca pública. Allí se aloja, entre otros documentos del siglo XVII, el códice CXIV/1-3, conocido como manuscrito de Évora, con textos atribuidos a Francisco de Quevedo y Villegas (1580-1645), uno de los autores cumbre del Siglo de Oro de la literatura española. Hernández, profesora de filología hispánica en la Universidad de Barcelona, sólo quería practicar unos ejercicios de transcripción paleográfica (copiar textos de documentos antiguos). Pero cuando volvió a casa advirtió que los versos que había transcrito en 200 páginas no se encontraban entre las obras completas del poeta. Es decir, había descubierto textos inéditos.


Se trata de versos satíricos, políticos, morales y eróticos que denotan "un dominio inigualable del lenguaje", según ha indicado la filóloga a Efe. Todo ese corpus se publica ahora en el volumen Poesía inédita, editado por Libros del silencio, con un prólogo de Pablo Jauralde Pou, catedrático de Literatura española del Siglo de Oro de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), especialista en Quevedo.


Hernández admite que con estos inéditos se ha adentrado en la delicada cuestión de asignar nuevas obras a Quevedo, "a quien se atribuyó mucha poesía política, erótica y pasquines, sobre todo, durante el tiempo que pasó en prisión". Se le utilizó para convertirle en autor de poemas de crítica política.
Hernández concede que las atribuciones son "siempre discutibles" pero subraya que ha cotejado los textos en busca de "concordancias en el vocabulario, imágenes y sintaxis con el resto de la obra poética quevediana". El marco de referencia ha sido el de las Obras Completas del poeta madrileño elaboradas por el catedrático José Manuel Blecua. Este especialista, explica Hernández, no se adentró en el manuscrito porque la edición de las Obras Completas lo tenía absorbido, "teniendo en cuenta que era un investigador solo, era un trabajo ingente".


Así, entre la criba, la especialista destaca sátiras como "Piojos cría el cabello más dorado,/ legañas hace el ojo más vistoso,/ en la nariz del rostro más hermoso/ el asqueroso moco está enredado". También recuerda el soneto 'A la pobreza', cuya primera estrofa reza: "Hambrienta, rota, inquieta, disgustada,/ pálida, débil, triste y congojosa,/ cortés, humilde, inútil, ingeniosa,/ baja, ruin, civil, ocasionada".

La filóloga avisa de que es fácil descubrir textos inéditos de autores del siglo XVII. "En este periodo Portugal es una mina, porque perteneció a la Corona española entre 1580 y 1640". De hecho, la propia Hernández rescató hace dos años dos cartas autógrafas de Quevedo. En la literatura del Siglo de Oro "queda mucho por hacer", añade. Como "vaciar los cancioneros [recopilaciones de poesía] o catalogar los fondos de las bibliotecas". Una tarea difícil porque "falta personal" y "hay pocos investigadores que vayan a los lodos de la literatura, es decir a las fuentes, que es un trabajo muy ingrato", reconoce.

                                             (Foto del autor. Texto El País)

sábado, 3 de abril de 2010

NO DAR ABASTO

(foto Willy Ronis)

Digo yo si el hombre que baila con dos mujeres
dará  abasto con ambas hembras de tronío...